1. Introducción a una buena práctica de la Administración Pública:
Hoy me gustaría hablaros sobre una realidad que llevamos ya un año viviendo. Hace justamente un año, el 24 de febrero de 2022 las tropas rusas, invadían distintos puntos de Ucrania, estallando así la guerra ruso-ucraniana, que sigue actualmente en curso.
El origen de este conflicto se remonta a 2014, cuando comenzaron las protesta entre Kiev, que conllevaron un cambio de gobierno y por otro lado, la crisis de Crimea.
Como consecuencia de esta situación, miles de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y se han convertido en refugiados/as. Se calcula que entre febrero y octubre de 2022 más de 7,6 millones de ucranianos/as habían huido hacia Estados de la Unión Europea, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), siendo el mayor flujo de refugiados/as desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Así y siendo una migración de tal calibre, la Unión Europea acordó acoger a refugiados/as ucranianos/as y por primera vez en su historia fue aprobada la Directiva de Protección Temporal para que dichos refugiados/as no tuvieran que pasar por el procedimiento estándar de asilo de la Unión.
Si nos centramos en España, según datos del Ministerio de Inclusión social, Seguridad y Migraciones hay más de 91.000 ucranianos/as registrados/as en nuestro país. Desde este Ministerio y los gobiernos de cada Comunidad han puesto en marcha distintas iniciativas para asegurar la inserción y seguridad de los refugiados/as ucranianos/as, siendo un apartado muy importante la educación y escolarización de los menores, tema que trata la noticia que voy a compartir con vosotros y vosotras.
La escolarización en España es de gestión autonómica y vamos a analizar cómo y qué ha hecho la Comunidad de Madrid, lugar en el que vivo. Entre los refugiados/as
ucranianos/as, muchos son menores, por lo que están en un momento en el que recibir
educación, compartir vivencias con otros niños/as y tener un lugar seguro y
estable en el que aprender son clave. Según
los últimos datos del Ministerio de Educación proporcionados a Efe, en
enero de 2023, España
escolariza actualmente a un total de 36.838 estudiantes ucranianos/as
refugiados/as, de los que 30.012 son menores.
En Madrid los alumnos/as ucranianos/as empezaron a acudir a los centros escolares en marzo de 2022. En el curso 2021/2022 se abrieron hasta 77.000 plazas a cubrir por alumnado ucraniano, distribuidas en todas las etapas, incluido bachillerato. Además de la escolarización en centros de la Comunidad de Madrid, el alumnado y sus familias podrán beneficiarse de los programas de ayudas de comedor, libros de texto y material escolar. La Comunidad de Madrid también ha puesto a su disposición programas de apoyo y refuerzo, así como su Red de Orientación Educativa. Otra iniciativa es la creación de aulas de enlace en los distintos colegios e institutos. Se trata de un lugar donde el alumnado y sus familias puedan aprender español y favorecer así la inclusión más rápida en la sociedad y le integración con otros/as niños/as o en el caso de los familiares, facilitarles el encontrar trabajo. Además, desde el servicio de traducción e interpretación (SETI) se está prestando ayuda en la comunicación entre los centros y las familias, con la traducción de toda la documentación que requieran.
En mi opinión, la educación es el motor de cambio y es la vía principal por la que podemos ayudar a los/as refugiados/as ucranianos/as a continuar con sus vidas. Con ello podemos dar a los menores cierta sensación de normalidad, rutinas y hogar tan importante para los niños, tras haber vivido una situación así de traumática. Las principales consecuencias de esta iniciativa podrían ser: el incentivar la inserción en la sociedad española, adquirir conocimientos, que les permita continuar con su educación, aprender una nueva lengua y compartir tiempo, aula y juegos con niños/as españoles.
Tanto las medidas tomadas por la Unión Europea, como las llevadas a cabo por el Gobierno Español y por la Comunidad de Madrid van dirigidas a los refugiados/as exclusivamente Ucranianos/as y en algunos casos Rusos/as, dejando fuera al resto de refugiados/as. Esto genera que se creen "clases" entre los refugiados/as y allá refugiados/as de primera y de segunda, acentuando más la discriminación que sufre este colectivo. Por otro lado, y hablando desde mi experiencia personal, creo que falta más educación y conocimiento para el alumnado español, para que realmente entiendan la situación de estos/as y otros/as refugiados/as y les acojan como a un/a compañero/a más. Por último, la falta de docentes o personal que hable ucraniano y ruso en los centros o que conozca su cultura e historia, dificulta la integración de dichos estudiantes.
https://www.magisnet.com/
https://www.comunidad.madrid/
https://euroefe.euractiv.es/
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